Bienvenido a Río
Cuenta regresiva para los Juegos
En el auge de sus más de cuatrocientos años de historia, Río de Janeiro es la sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2016. La ciudad trabaja todos los días para celebrar la más grande fiesta del deporte mundial.Río de Janeiro está localizado en el estado del mismo nombre, en la Región Sudeste de Brasil, y limita con el Océano Atlántico y con otros tres estados de la Federación: Espírito Santo, Minas Gerais y San Pablo. La ciudad es la más visitada del país y es conocida por sus paisajes imponentes y por el espíritu alegre de su pueblo.
Las montañas y el océano marcan la exuberancia natural y todo el colorido típico de la Ciudad Maravillosa. La buena energía de la recepción de los cariocas es percibida en las calles, en los bares, en la playa, donde la puesta del sol es una experiencia singular, para ser vivida de corazón abierto por los visitantes.
Historia
En 1530, la corte portuguesa envió una expedición para colonizar el área de Río de Janeiro, en vez de continuar usándola simplemente como una parada en sus aventuras marítimas. Los franceses, por otro lado, habían estado en Río de Janeiro y sus alrededores desde comienzos de siglo y estaban dispuestos a luchar por el dominio de la región. En 1560, después de una serie de conflictos, los portugueses expulsaron a los franceses.
Río de Janeiro se desarrolló gracias a su puerto natural. En la misma época en que el oro fue descubierto en el estado de Minas Gerais, a fines del siglo 17, el Gobernador de Brasil fue electo Virrey. Salvador era la capital de la colonia, pero la importancia creciente del puerto de Río aseguró la transferencia de la sede del poder para la ciudad que se transformaría, y todavía lo es, en uno de los principales centros intelectuales y culturales del país.
En 1808, la familia real portuguesa llegó para Río de Janeiro, refugio elegido frente a la amenaza de invasión por las tropas de Napoleón Bonaparte. Cuando la familia real retornó a Portugal y se declaró la independencia de Brasil, en 1822, las minas de oro ya habían sido agotadas y daban lugar a otra riqueza: el café. El crecimiento continuó durante casi todo el siglo 19 y, con la transición de la Monarquía para la República en 1889, Río de Janeiro se convirtió en la capital federal.
A comienzos del siglo 20 surgieron las calles anchas y las construcciones imponentes, la mayoría en el estilo francés “fin de siècle”. Río de Janeiro mantuvo su posición como capital de la República hasta 1960, año en que se inauguró la ciudad de Brasilia.
Riquezas naturales – costa
No se le llama a Río de Janeiro Ciudad Maravillosa por casualidad. Sus playas bellísimas atraen visitantes de todo el mundo. Una de las más agitadas es la Playa de Ipanema.A pesar de ello, los cuatro quilómetros de arena más famosos de Brasil están en la Playa de Copacabana, una de las más fascinantes tarjetas postales de la ciudad. Copacabana está en ebullición de día y de noche. Allí es posible disfrutar de la playa o solo pasear por sus veredas anchas y sentarse para beber agua de coco apreciando el paisaje.
Ya la Playa de Barra de Tijuca es la más grande de Río, con 18 kilómetros de extensión. Frecuentada principalmente por los habitantes locales, tiene olas que atraen a los practicantes de surf, windsurf y bodyboarding.
Otro punto turístico imperdible es el Arpoador. Además de una vista sensacional, una de las más bonitas de Río con el Morro (cerro) Dois Irmãos al fondo, el lugar es punto de encuentro de surfistas.
Cultura
De la época en que fue sede del gobierno federal, Río de Janeiro heredó, además de bellas construcciones, distintos museos y espacios culturales, como el Museo de la República, en el Palacio de Catete. El lugar, escenario de importantes acontecimientos en la historia del país, fue la sede del gobierno brasilero de 1897 y 1960 y por allí pasaron 18 presidentes.
Los turistas pueden encontrar una vista privilegiada al visitar el Fuerte de Copacabana, inaugurado en 1914 para reforzar la defensa de la Bahía de Guanabara.
Ya en el Teatro Municipal, de 1903, la belleza está a cargo de la decoración, fruto de un trabajo realizado por los más importantes pintores y escultores de la época, como Eliseo Visconti, Rodolfo Amoedo y los hermanos Bernardelli.
La llegada de la familia real y de la corte portuguesa a Brasil, en 1808, resultó en la creación de la Real Biblioteca de Brasil, en Río de Janeiro. La Biblioteca Nacional de Brasil, considerada por la UNESCO una de las diez mayores bibliotecas nacionales del mundo, es también la mayor de América Latina.
Otros puntos históricos construidos en el siglo 18 son el Paseo Público, la Iglesia Nossa Senhora da Glória, los Arcos da Lapa, la Iglesia de la Candelaria y el Paço Imperial (sede del gobierno imperial).
Otro punto a destacar en la cultura carioca es, sin duda, la música. Internacionalmente conocida como la ciudad del carnaval, siempre se recuerda a Río de Janeiro por el samba. Otras referencias musicales brasileras en el exterior son la bossa nova y, más recientemente, el funk carioca.