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06/03/2015 11:33

Entrevista: Nawal El Moutawakel habla de la “pequeña revolución” femenina en el deporte

Jefa de la Comisión de Coordinación de los Juegos Río 2016, la marroquí fue la primera mujer árabe y africana en ganar un oro olímpico, en Los Angeles 1984

Ghada Shouaa, Hassiba Boulmerka, Habiba Ghribi: nombres de mujeres árabes, algunas africanas, todas pioneras en el deporte. Ellas conquistaron la primera medalla olímpica femenina en sus países (Siria, Argelia y Túnez). Para que ellas y otras tantas pudiesen llegar al podio, una mujer hizo historia en Los Angeles 1984, al vencer la prueba hasta entonces inédita en el programa olímpico femenino, los 400m con obstáculos, convirtiéndose en la primera árabe y africana en ganar un oro en los Juegos. Su nombre es Nawal El Moutawakel.

El nombre de Nawal está siempre en los medios brasileros e internacionales, ya que es Jefa de la Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos Río 2016, pero la marroquí de 52 años tiene un amplio historial de contribución a la participación femenina en el movimiento deportivo. Primero como atleta, después como administradora deportiva – ya fue Ministra de la Juventud y Deportes en Marruecos. Para ella, vivimos una “pequeña revolución” en el deporte.

“Nosotros vimos en Londres la cantidad de mujeres participando (4.676) y vivimos un momento histórico en el movimiento olímpico y en el deporte en general, porque, por primera vez, vimos por lo menos una mujer en cada delegación. Vimos más de 35 comités olímpicos nacionales con más mujeres que hombres. Por primera vez, hay cuatro mujeres en el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Internacional (COI). Estas cosas nunca sucedieron en el pasado”, relató.

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Familia de deportistas

Danilo Borges/brasil2016.gov.brComencé cuando era adolescente, con 14 o 15 años. Pertenezco a una familia que realmente ama los deportes. Mi padre practicaba yudo, mi madre jugaba al vóley y mis cinco hermanos hacían atletismo. No recuerdo haber tenido grandes dificultades cuando entrenaba, competía, incluso cuando soñaba en ser campeona. Tuve el apoyo de mi familia, de mi pequeño club, de la federación nacional y de la autoridad máxima del país.

No creo que haya sido un caso aislado, porque antes de comenzar a competir a nivel nacional e internacional, ya había atletas marroquíes mejores que yo en aquel momento y era casi imposible vencerlas en los 100m, 200m, 400m. Poco a poco comencé a mejorar, a entender el atletismo, la energía que él exigía, la determinación con que precisaba contar. Tal vez faltaban algunos recursos financieros, la infraestructura apropiada, pero tuve el apoyo total de todos a mi retorno.

400m con vallas

Correr está en mi ADN. Yo amaba entrenar, amaba los desafíos.  Entrenaba 100m, 200m, 400m, relevo 4x100, 4x400, pero mi entrenador, Jean-François Coquand, era un visionario. Y me dijo: sugiero que te mudes para los 400m con vallas. Es una prueba nueva para mujeres y probablemente irá al programa olímpico. Era mi oportunidad de apartarme de los 100m, 200m, 400m para ir hacia los 400m con vallas. 

Al principio no me gustó mucho. Yo no era muy alta ni muy fuerte, y creía que no me iba a destacar. Mi técnico tuvo que trabajar mucho mi actitud mental, hizo que me gustara la prueba y rápidamente me convertí en campeona africana, campeona mediterránea, campeona nacional, campeona francesa. Eso me ayudó a llegar en forma a Los Angeles en 1984. Comencé a creer que podía ganar. Por más que tuviera algunas dudas sobre mis capacidades, el deporte te brinda eso: te hace más fuerte, con autoconfianza, te brinda autoestima, determinación, y sobre todo, tener pasión por lo que se hace.

Comité Olímpico Internacional

Prueba inédita para mujeres

Los 400m con vallas eran para mí una carrera con diez obstáculos. Siempre dije que los 400m con vallas son una escuela de vida, te enseñan todo lo que dije antes, sobre pasión, determinación, excelencia, y yo realmente sentía que estaba volando sobre las vallas. Sin embargo, los 400m con vallas era un evento nuevo para mujeres en el programa olímpico, así como el maratón, y técnicamente no estaba en mi mejor nivel. Las mujeres hoy en día están perfeccionando cada vez más las técnicas. Pero siempre hay un comienzo y el comienzo fue cuando competí en 1984. Yo estaba feliz por formar parte de esa historia, muy feliz por mostrar a todas las mujeres del planeta que ellas podían correr y saltar y destacarse. Ahora las puertas están abiertas. Estoy feliz por haber contribuido por lo menos un poco con esas conquistas y para el empoderamiento de las mujeres en el atletismo y en los deportes.

El oro pionero

Claro que me sentí orgullosa (con el oro olímpico), feliz por haber realizado mi sueño. Lloré bastante porque mi padre, que siempre me apoyó y me animó, no pudo compartir esa felicidad (había fallecido meses antes). Una piensa en todos los días de dedicación, de entrenamiento, día y noche, los fines de semana, en los períodos de vacaciones donde todos estaban aprovechando el sol, y una es una adolescente entrenando en condiciones difíciles algunas veces (viví muchos años en Estados Unidos, donde la temperatura llegaba a 20ºC negativos). No es solo alegría en todo momento. Parte del equipo de mi universidad en EEUU murió en un accidente de avión. Cuando se es joven y es necesario encarar todo eso, una trata de fortalecerse internamente. Y dice: sí, yo puedo hacer eso, porque es mi momento, es mi historia, es mi día y yo tengo que hacer eso hoy y ahora. Yo era muy joven y fui de cero a la gloria.

Camino abierto

Existe una Nawal antes de los Juegos y una nueva Nawal después. Y esa es una historia fantástica. Pero existen otras tantas mujeres que tienen lindas historias y tengo plena seguridad de que mi historia las inspiró de alguna manera, incluyendo a la joven atleta de Arabia Saudita, Dalma (Rushdi Malhas), que ganó una medalla en Singapur en hipismo (bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en 2010), la primer mujer en representar a Arabia Saudita en un evento olímpico. Y también Ghada Shouaa, de Siria (oro en el heptatlón en Atlanta 1996, primera medalla femenina del país en Olimpíadas), Hassiba Boulmerka de Argelia (oro en los 1500m Barcelona 1992, primera argelina en ganar una medalla olímpica) y Habiba Ghribi, de Túnez (plata en los 3.000m con obstáculos en Londres 2012, primera medalla olímpica femenina tunecina).  La lista de mujeres árabes es extensa, y también la de mujeres africanas, que nunca tuvieron la oportunidad de sobresalir por falta de apoyo. Ahora las puertas están abiertas.

Pequeña revolución

Nosotros vimos en Londres la cantidad de mujeres que participaron (4676) y creo que vivimos un momento histórico en el Movimiento Olímpico y en el deporte en general. Por primera vez vimos por lo menos una atleta mujer en cada delegación. Vimos más de 35 comités olímpicos nacionales con más mujeres que hombres en sus delegaciones. Por primera vez, hay cuatro mujeres en el Comité Ejecutivo del COI. Por primera vez, Gunilla Lindberg, que es del Comité Ejecutivo, es la presidente de la Comisión de Coordinación de los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018,y también se la ve a Angela Ruggiero dirigiendo los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno Lillehammer 2016. Y también yo, liderando la Comisión de Coordinación Río 2016. Estas cosas nunca sucedieron en el pasado, es una pequeña revolución.

Ministra del Deporte

Estuve en dos gobiernos como Ministra de Deporte y fui la primera entre las mujeres árabes, musulmanas y marroquíes en alcanzar esa posición. Al comienzo fue diferente, pero crecí en un ambiente deportivo, conocía mucha gente y mucha gente me conocía. Trabajamos en total colaboración y cooperación, nos entendíamos bien y trabajamos como un equipo. Solo recuerdo los buenos momentos en la búsqueda por abrir más puertas para las mujeres, por modificar la legislación deportiva, por más transparencia en las federaciones, para dar acceso igualitario al deporte para personas discapacitadas, para los jóvenes, por más infraestructura deportiva. Entendemos que el deporte es poderoso para la juventud, para ayudar a salir de la pobreza, evitar la violencia, las enfermedades. Hoy tenemos problemas con la obesidad. Los jóvenes están alejándose de los deportes. Tenemos que atraerlos.

Río 2016

Estoy igualmente esperando el día 5 de agosto de 2016 para estar allá, orgullosa, como todos los brasileros, por todo lo que ustedes alcanzaron en estos últimos anos, primero como ciudad candidata, después como país organizador. Todo el legado que quede será extraordinario: las instalaciones para los atletas, la infraestructura para los cariocas. Cuando se ve la Villa Olímpica, el Parque Olímpico, cuando se va a Deodoro, cuando se ven los eventos que se realizarán en Copacabana... Todos esos elementos combinados son fantásticos para Río, para el país, para América del Sur y para los deportes en general. 

Danilo Borges/brasil2016.gov.br

Carol Delmazo – brasil2016.gov.br